Definitivamente no. El aprendizaje es un proceso cognitivo muy complejo que implica desde el punto de vista del aprendizaje significativo relacionar nuevos conocimientos con los saberes previos (Ausubel), construyendo el conocimiento (constructivismo) y encontrándole funcionalidad para que este tenga un significado en el individuo. Entonces el aprendizaje debe transformar al individuo desde el punto de vista de su percepción de la realidad, ya que el conocimiento lo construye a partir de su interacción con esta (Jean Piaget), reacomodando (movilizando) sus estructuras semánticas dando lugar a un nuevo estado cognitivo, implicando esto una transformación del individuo.
El verdadero aprendizaje no es trivial, ni superficial por el contrario es un proceso muy trascendental en el que intervienen diversos factores, intrínsecos y extrínsecos, así como una serie de dimensiones: contextuales, métodos, contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Por lo que el objetivo del aprendizaje debe girar en torno a modificar al individuo, viéndolo desde el punto de vista de su percepción con la realidad, ya que el conocimiento lo construye a parte de su interacción con la misma realidad. El aprendizaje va más allá de simples preguntas, ya que éstas miden únicamente el aspecto superficial del mismo, lo que debe de interesarnos en el interior del mismo individuo, el cual es transformado profundamente por el mismo aprendizaje y es lo que lo lleva a la acción.
Para Ausubel "La adquisición y la retención de conocimientos son el producto de un proceso activo, integrador e interactivo entre el material de instrucción y las ideas pertinentes en la estructura cognitiva del estudiante con las que las nuevas ideas se pueden enlazar de maneras particulares", el aprendizaje debe ser evaluado día a día con cada conocimiento, con cada aprendizaje.
Recordemos que la adquirir un conocimiento genera un cambio lo cual ha hecho que nuestra sociedad cada día vaya cambiando continuamente, en esto radico la importancia del docente en generar aprendizajes que en verdad generen cambios en nuestros alumnos tanto en el aspecto conceptual, procedimental y actitudinal para contribuir continuamente a tener un mejor futuro.
En la educación basada en competencias quien aprende lo hace al identificarse con lo que produce, al reconocer el proceso que realiza y los esquemas que dirigen este proceso para construirlo. Por ello al finalizar cada etapa del proceso de aprendizaje se observan y evalúan las competencias adquiridas por el educando. El aprendizaje se describe como un resultado de lo que el alumno está capacitado a desempeñar o producir al finalizar una etapa. La evaluación determina qué algo específico va a desempeñar o construir el estudiante y se basa en la comprobación de que el alumno es capaz de desempeñarlo o construirlo.
Por lo que el aprendizaje ni es trivial ni se puede medir con base a unas simples preguntas basadas en los contenidos de la asignatura, considerarlo de esa manera seria juzgarlo muy a la ligera, corriendo con esto el riesgo de cometer varias injusticias en el proceso de evaluación del alumno.
Por tanto nosotros como docentes debemos valorar lo importante que son nuestros alumnos en el proceso de aprendizaje, la verdad muy pocos hacemos una reflexión real de nuestros alumnos de manera detallada, aplicamos ciertos instrumentos y criterios de evaluación donde ponderamos su conocimiento, si va implícito la valoración de su capacidad de ser competente, si adquiere los conocimientos de los contenidos, nos falta identificar la parte personal, lo humana, realmente preocuparnos por lo que piensa y siente en ese proceso de transformación del aprendizaje.